Desde que recuerdo, soñé con pintar. Pintar retratos al óleo. Siendo pequeña dibujaba a lápiz, sin utilizar el color. Pero en aquel entonces no eran frecuentes las “actividades complementarias” de tipo artístico. Por ello dediqué todas mis energías a mis obligaciones, fundamentalmente el estudio, y así transcurrió el tiempo.

Hace un par de años pensé que había llegado el momento de cumplir el viejo sueño y decidí pintar. Nunca había cogido un pincel, ni había visto un tubo de óleo, ni sabía por dónde empezar. Pero me encontré a Teresa, a Teresilla. Me preguntó: ¿Qué te gustaría pintar?. Y yo, sin dudarlo pero escéptica, le contesté: retratos al óleo. A pesar del disparate, no pareció inmutarse y al día siguiente comenzamos a trabajar con un retrato de Goya, el que aparece en este díptico.
Si no hubiera sido por Teresa hoy no estaríamos aquí.

Pinto retratos porque me fascina la gente y sus caras. Pinto personas queridas y cuando acabo sus retratos los quiero más aún. Mientras los estoy pintando no dejo de observarlos y descubrirlos. Al final todas esas personas me parecen bellísimas.

Mientras intento el parecido, Teresa fantasea con el fondo y composición de mis retratos, dando rienda suelta a su arte. Al principio me asustaba esta “intromisión”, pero ahora comprendo que forma parte de todo un proceso. Nuestros cuadros, y digo nuestros porque algunos tienen autoría compartida, como atestigua la firma doble, pasan por distintas composiciones y coloridos, avanzan, retroceden, mejoran, incluso empeoran, hasta que ya no podemos más o de repente quedamos, ambas, satisfechas.

En los dos últimos años había dedicado mucho tiempo a pintar quitándoselo a otras actividades. Necesitaba justificarme dándole otra dimensión a mis cuadros. Por fin tuvimos una idea y entró en juego Acoger y Compartir.

Queremos enseñaros nuestros cuadros, lo que ha sido posible gracias a sus dueños que nos los han devuelto unos días. Ha sido muy emocionante verlos por primera vez todos juntos. Si os agradan, podemos haceros uno por encargo, a un precio moderado, dependiendo del tamaño del lienzo, de la composición y del número de figuras retratadas, destinando las ganancias a los proyectos de Acoger y Compartir. Por eso, si acabado el retrato estáis contentos, vosotros mismos podréis incrementar vuestra aportación.

Gracias a la Facultad de Ciencias que ha propiciado que tengamos esta magnífica sala.