Acoger y Compartir | Sección |
El cordero místico de Hubert y Jan van EyckLa imagen del Cordero místico pertenece a la sección interior-inferior del Tríptico de Gante, una obra paradigmática de los inicios del Renacimiento Septentrional, que se encuentra en la Catedral de San Bavon en Gante (Bélgica). Este retablo fue comenzado por Hubert van Eyck y completado a su muerte por su hermano Jan en 1426. Hasta la fecha los especialistas no han sido capaces de distinguir qué partes fueron realizadas por cada autor. Jan van Eyck (1390-1441) es un pintor flamenco que trabajó fundamentalmente
en Brujas. Junto con Robert Campin en Tournai, fue fundador del Ars nova,
estilo pictórico del gótico tardío en el siglo XV,
que anuncia el renacimiento en el norte de Europa. Este periodo del arte
flamenco se caracteriza por el naturalismo de vívidos colores al
óleo, la meticulosidad de los detalles, la precisión de
las texturas y la búsqueda de nuevos sistemas de representación
del espacio tridimensional A finales del s. XV, ya se cobraba una entrada para visitar el Tríptico de Gante. Entre los pintores que visitaron la obra y sobre los que ejerció influencia se encuentra Albrecht Dürer (Durero) en 1521 En el tríptico de Gante, el asombroso realismo con el que los pintores han descrito las figuras humanas, plantas, y animales se une a una perspectiva tan convincente, que crea un sentido de continuidad entre el espacio pictórico y el mundo real. El complejo programa teológico está basado en la liturgia de todos la Fiesta de Todos los Santos, que incluye lecturas del libro del Apocalipsis. Sin embargo, no hay un único texto que “explique” todo el cuatro. Más bien, la obra es una síntesis visual de todo el misterio de la redención, comenzando por la encarnación de Cristo (la anunciación está representada en uno de los paneles exteriores). La sección del Cordero Místico muestra un paisaje paradisíaco, lleno de verdor, sobre el cual multitud de personajes se congregan para adorar al cordero místico de Dios, una representación simbólica de Cristo. El cordero, cuya sangre fluye hacia un cáliz, simboliza el sacrificio de Cristo en la cruz, actualizado por la eucaristía. Subrayando el concepto de la Misa como eterna fuente de gracia está la corriente de agua cristalina que brota de la Fuente de la Vida, que con asombroso realismo es canalizado hacia el mismo altar. Para ver más imágenes de este tríptico: http://www.kfki.hu/~arthp/html/e/eyck_van/jan/09ghent/ |
Copyleft. Acoger y Compartir. 16 Enero, 2006 |