Acoger y Compartir | La Capilla de la Resurrección |
La Capilla de la ResurrecciónMe llamo Mari Sol, soy de Madrid, y durante muchos años he formado parte del grupo de jóvenes del Perpetuo Socorro. Hace algo más de diez años me marché a Bélgica, primero para estudiar, y luego me quedé trabajando en temas europeos.
Volviendo a la historia de la Capilla, durante muchos años, camino de mi trabajo, pasaba por delante de un edificio en ruinas, con arbustos creciendo sobre su tejado. Tenía el aspecto de una antigua abadía, aunque no quedaba ninguna señal de su pasado. Parecía más bien como los restos de un naufragio, abandonados en el corazón mismo del barrio europeo.
La Capilla es ante todo un lugar de encuentro entre cristianos de todas las tradiciones y de oración. La responsable es una mujer, Dominique, religiosa del Sagrado Corazón, lo que es todo un signo en nuestro tiempo del papel que la mujer puede ocupar en la Iglesia.
Durante tres años he participado en el "Equipo pastoral", un pequeño grupo de católicos, protestantes y ortodoxos, que aconseja a la responsable sobre la vida de la Capilla. El gran descubrimiento para mí ha sido la manera de vivir el ecumenismo de manera práctica: ver todo lo que podemos hacer juntos, en el respeto de nuestras tradiciones. El año pasado, con otra mamá, Siw, diaconesa de la Iglesia Luterana de Suecia, empezamos un grupo ecuménico de niños de entre 2 y 8 años. Los niños tienen una gran sensibilidad hacia el "Misterio". Para ellos, Jesús es una persona, un amigo, alguien con quien pueden hablar. Nosotras queríamos hablar a los niños de Jesús, y tras muchas reuniones son los niños los que nos han mostrado a nosotras como vivir una relación auténtica con El. De todas las experiencias vividas en la Capilla, tal vez la que más me ha marcado fue una oración común por la paz, presidida por un sacerdote católico, un Pástor protestante, un rabino y un imán. Al final, firmamos todos un manifiesto en el que rechazamos el uso del nombre de Dios para justificar cualquier tipo de violencia. Otra experiencia muy fuerte fue el bautizo de mi hija Almudena Luo, en una ceremonia ecuménica, celebrada por un sacerdote católico, Wolfgang, y una diaconesa de la Iglesia luterana, Siw. Si queréis saber más sobre la capilla, podéis visitar
nuestra página Web. Allí también encontraréis
fotos de nuestro grupo de niños: http://www.resurrection.be |
Copyleft. Acoger y Compartir. 16 Enero, 2006 |