Amamos a tu Iglesia

Editorial de Noticias Obreras, revista de las Hermandades Obreras de Acción Católica (HOAC)

Nos duele la Iglesia. En medio de tantas palabras, actos, comunicados, aplausos y condenas, a nosotros nos duele la Iglesia. Nos resistimos a discutir nuestros problemas en el patio público, pero tampoco queremos que nuestro silencio desfigure tu imagen, por eso oramos y te decimos:

Señor Jesús amamos a tu Iglesia, presente hoy en la historia; esta Iglesia, Sacramento universal de salvación entre los hombres, esta Iglesia tuya y nuestra, pobre pecadora, limpia y santa.

Y como la amamos, nos duele profundamente cuando se la utiliza como arma arrojadiza contra los otros, cuando se mezcla en batallas políticas en lugar de fecundar con tu amor toda política, cuando pretende salvar imponiendo, cuando excluye y no acoge, cuando es agraviada y calumniada por aquellos que no te reconocen y desean silenciarte.

Amamos a tu Iglesia, Señor, misterio profundo de Dios y del hombre, esta Iglesia, proyecto maravilloso del Padre, que Tú, el enviado, has realizado con el poder de tu Espíritu.

Has realizado... y sigues realizando, pero no aprendemos y seguimos creyendo que todo depende de nosotros cuando depende de ti. No conocemos los caminos que utilizas para realizar tu plan y olvidamos que tener fe es no tener miedo, y no tener miedo porque confiamos en ti y sabemos que siguiéndote en el amor y el servicio a los otros y al mundo todo lo demás se nos dará por añadidura.

Amamos esta Iglesia, Señor, lugar donde el Padre ama, llama y envía, lugar donde Tú curas y salvas, donde tu Espíritu libera y vivifica.

Tú no condenas. Amas, curas, salvas, liberas y vivificas al hombre, varón y mujer, especialmente amas al pecador, no violentas su libertad, sino que aguardas a que te abra las puertas de su corazón y se dé cuenta de que siempre has estado allí esperándolo. Por eso nos duele que desde algunos programas de la COPE se insulte, acuse y menosprecie a las personas e instituciones presentando como voz de tu Iglesia lo que sólo es una opción política e ideológica.

Amamos a tu Iglesia, Señor, Pueblo de Dios en camino; esta Iglesia enviada a todos los pueblos; casa abierta a todas las naciones.

Iglesia caminante por el mundo y por la historia al encuentro con todos y con todo, con los que te han conocido y con los que no; con los que te han aceptado y con los que te rechazan; con los que te han manipulado y te manipulan, a todos les dices que tu casa está abierta, no cierras puertas, no ahuyentas a nadie, no condenas ni recriminas, esperas a ver cómo tu amor se encarna en la libertad de cada hombre para dar frutos, porque sabes que sólo tu amor puede cambiar el corazón del hombre

Amamos a tu Iglesia, Señor, que ha hecho opción por los más pobres; esta Iglesia, que es servidora, buen samaritano del hombre apaleado por la injusticia y explotado en el trabajo.

No permitas que añadamos más injusticia a la que ya padecen. Ayúdanos a seguir cercanos a los enfermos, excluidos, parados, empobrecidos, casados, separados, divorciados, heterosexuales, homosexuales, embriones..., ayúdanos a eliminar todos los calificativos para poder encontrarnos sólo con el hombre y amarlo sabiendo que ese amor es el camino para que se encuentre contigo y te descubra como el Camino, la Verdad y la Vida.

Amamos a tu Iglesia, casa abierta a todos los pueblos, razas y naciones.

Por eso pedimos a los sucesores de los Doce, que sean perseverantes sin dejar de ser tolerantes, previsores sin dejar de ser confiados, pastores sin dejar de ser hermanos, que no estén por encima, sino dentro de la comunidad, y con los brazos abiertos para acoger a todos, porque esos brazos abiertos son el signo del amor en el que se cumple toda la ley.

Amén.

Editorial de "Noticias Obreras", la revista de la HOAC