Encuentro fin de curso en Zaragoza
4 al 6 de julio, 2008
Una breve crónica
Llegamos a Zaragoza el viernes por la tarde, el sol brillaba con intensidad. Fue un gozo el encuentro con José y la llegada a casa, pues así nos sentimos desde el primer momento: EN CASA.
En casa de los redentoristas: saludos, abrazos, alegría de encuentro, rostros nuevos, ACOGIDA....
La oración en una pequeña y entrañable capilla: acción de gracias por todas las actividades realizadas durante el curso, recuerdo de los que estaban lejos, el Padrenuestro con las manos enlazadas y unas palabras de la oración que resumen muy bien lo que comenzábamos a disfrutar:
Envía tu Espíritu Santo,
que nuestra convivencia estos días
sea para nosotros
fuente de confianza
y de una serena alegría.
Que lo que veamos y aprendamos
nos haga
más solidarios con los que menos tienen
y más responsables hacia nuestro planeta.
Bendice Señor este encuentro.
Terminamos el día cenando a la luz de las estrellas, disfrutando los unos de los otros, gozando con la charla y con la agradable temperatura que nos brindó la noche....
El sábado visitamos la Expo, todo era espectacular: la cantidad de gente, los enormes espacios, el calor, la belleza de cuanto pudimos ver y disfrutar, pero sin duda alguna, lo mejor de todo: la preocupación de los unos por los otros y el disfrutar juntos de tanta belleza...
Terminamos el día con la cena ofrecida por los amigos de Zaragoza a la que LuisFe se trajo a nuestro guía en el espacio dedicado a la Santa Sede: ENTRAÑABLE...
El domingo comenzamos el día celebrando la Eucaristía, disfrutamos con la visita a la ciudad y comimos y charlamos como lo hace una gran familia.
Las despedidas poco a poco: unos por la mañana, otros después de la comida, los últimos a primera hora de la tarde...
Nos costó regresar y dejar ese lugar: tierra sagrada, tierra de encuentro, tierra de todos, tierra de amor... En cada corazón un hermoso recuerdo y la presencia constante del Agua y del Espíritu...