Hungría

La tradición sostiene que Hungría fue fundada por siete tribus magiares (húngaras) que emigraron desde la región de los Montes Urales hasta el territorio actual en el siglo VIII. Un par de décadas después de haber llegado a las tierras del Danubio, Árpád se convirtió en príncipe y líder absoluto de las tribus, que hicieron un pacto de sangre para simbolizar una unión indivisible. Así comenzó la historia de la nación húngara y la dinastía de los Árpád.

El bisnieto de Árpád, fue Esteban I. Esteban había nacido como pagano bajo el nombre de Vajk y posteriormente fue bautizado con su nombre cristiano. Esteban sabía que si su nación quería sobrevivir, debía ser reconocida como un reino cristiano y estar bajo la tutela del Papa. Así, comenzó su lucha contra el paganismo tras haber sido coronado como Rey de Hungría en el año 1000. El principal adversario de Esteban era un familiar suyo llamado Koppány, que deseaba la corona de Hungría y repudiaba el cristianismo. Cuando este muere, Esteban ordena que sea desmembrado en cuatro y que las partes de su cuerpo sean enviadas a ciudades importantes, como muestra de lo “poco conveniente” que podía ser el paganismo.

Gradualmente Hungría se convirtió en un reino amplio e independiente, donde florecería la cultura y se daría un importante progreso económico, sobre todo de la mano de Mátyás (Matías Corvino), quien conquistó Moravia, Bohemia y Silesia, y posteriormente trasladó la corte húngara a Viena. Así, Matías fue una figura de gran relevancia para el renacimiento en Hungría y la lucha armada contra los turcos.

La época dorada finalizó con la derrota húngara de Mohács en 1526 y la ocupación turca de Buda (hoy parte de Budapest). A la muerte de Luis II en la batalla de Mohács la nobleza húngara elegirá rey a Fernando de Habsburgo, hermano del emperador Carlos V, vinculándose así Hungría por casi 400 años a la Casa de Habsburgo. En 1529 la ofensiva turca sobre Viena fracasó. Durante la dominación otomana de gran parte de Hungría, ésta estaría administrada por algunas grandes familias y las revueltas serían constantes. A finales del siglo XVII, los Habsburgo reconquistarían Hungría (Budapest en 1686 y en 1699 Transilvania). Durante los siglos XVIII y XIX, Hungría formó parte de los territorios administrados por los Habsburgo.

En 1848, estallaron rebeliones en todas partes del Imperio. Tras varias décadas de conflictos se firma el “Compromiso” en 1867. En este tratado se le otorgaban a Hungría instituciones políticas propias, gobierno y ejército propios y un parlamento con sede en Budapest. Hungría (territorios de la Corona de San Esteban) se constituyó en la segunda entidad de la nueva monarquía, que cambió su nombre a Imperio austro-húngaro. La política interna húngara se caracterizó por apostar por la magiarización de las minorías (croatas, serbios, eslovacos, ucranianos, rumanos...), la centralización administrativa y el mantenimiento de un régimen tendente al autoritarismo (sufragio censitario reducido, discriminación de las minorías...). A diferencia de la parte austriaca, Hungría se mantuvo esencialmente rural y agraria bajo el dominio de una numerosa y poderosa nobleza que controlaba gran parte de los recursos del Estado.

Tras la derrota del Imperio Austro-húngaro en la Primera Guerra Mundial, en Hungría hubo una revolución comunista, proclamándose la República Soviética de Hungría. Pero tras sucesivas revueltas, el almirante Miklós Horthy tomó el poder como regente "permanente" del Reino de Hungría (1920 - 1945).

Este dictador estableció pactos con la Alemania Nazi y participó en aquel bando en la Segunda Guerra Mundial. Tras la derrota alemana, Hungría se convirtió en un país comunista en la órbita de la Unión Soviética.

Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, Hungría desarrolló relaciones más cercanas con Europa occidental, se unió a la OTAN en 1999 y a la Unión Europea el 1 de mayo de 2004.

Hungría tiene una superficie de 93.030 km² (algo mayor que Andalucía) y una población de 9.956.000 habitantes.

Hungría es un país predominantemente cristiano desde el año 1000. En la primera mitad del siglo XVI, las propuestas reformadoras de Lutero y Calvino tuvieron gran resonancia en el país, haciendo que muchos húngaros se hicieran protestantes. Sin embargo, las misiones jesuitas consiguieron dar la vuelta a la situación durante la segunda mitad del mismo siglo. Actualmente los católicos forman el 55% de la población. Este porcentaje incluye una importante minoría (5% de los católicos) de rito oriental, fundamentalmente armenio. El 20% se confiesa protestante. A la misma encuesta, un 15% respondió que no tenía religión y un 10% marcó la casilla “No sabe / no contesta”.
Hungría tiene una importante tradición de música popular que ha influenciado a algunos de sus grandes músicos como el pianista y compositor romántico Franz Liszt o los compositores del siglo XX Zoltán Kodály y Béla Bartók.
El húngaro o magiar es una de las pocas lenguas no-indoeuropeas de Europa (junto al estonio, el euskera y el finés) posee un importante cuerpo de literatura desde el primer milenio de nuestra Era. Debido a la dificultad de la lengua, la literatura húngara ha sido poco conocido en los demás países europeos, pero tras la caído del Telón de Acero, autores como Sándor Márai o Magda Szabó han sido ampliamente traducidos y elogiados en el extranjero, y el escritor húngaro Imre Kertész recibió el Premio Nobel de Literatura en 2002.

La moneda de Hungría es el florín húngaro, que en húngaro se dice Forint. 1 Euro son 270 Florines, aproximadamente.

Budapest

Budapest es la capital de Hungría, así como su principal centro industrial, comercial y de transportes. La ciudad posee 1.696.128 habitantes (2007), que representan un quinto de la población total de Hungría, una disminución significativa respecto de los casi 2,1 millones con que contaba a mediados de los años 1980. Es la novena ciudad en tamaño de la Unión Europea. El área metropolitana de Budapest cuenta con una población de 2,38 millones de habitantes.

La historia conocida de Budapest se remonta a la antigua ciudad romana de Aquincum, fundada en el año 89 sobre el sitio de un antiguo campamento celta, próximo a lo que actualmente es Óbuda. Del año 106 hasta el final del siglo IV, fue la capital de la provincia romana de Pannonia.

Hacia el año 896 los magiares, ancestros del pueblo húngaro actual, colonizan la región bajo el mando de Árpád, y vienen para habitar el valle pannoniano, así como el sector de Óbuda.

La conquista de la mayor parte del país por el Imperio Otomano interrumpió el crecimiento de la ciudad. Pest cae en manos de los invasores en 1526. Buda, que fue defendida por su castillo, conoció la misma suerte quince años más tarde. Mientras que Buda se convierte en base del gobierno turco en la región, Pest es abandonada por sus habitantes. Los Habsburgos reconquistan la ciudad en 1686

Durante los siglos XVI y XVIII, y a pesar de una gran inundación que dejó unos 70.000 muertos, Pest experimentó un crecimiento enorme, gracias al comercio y al crecimiento combinado de las tres ciudades. La ciudad de Budapest es el resultado de la unificación en 1873, ocupando ambos lados del río Danubio, de las ciudades de Buda y Óbuda, en la orilla derecha, con Pest, en la orilla izquierda.

En 1934, Budapest recibió el título de Ciudad de Balnearios por ser la capital que dispone de más pozos que aguas medicinales y termales del mundo; es conocida por algunos como La capital del mundo de las aguas medicinales