Denunciamos, rezamos y lloramos con todos los pueblos que están sufriendo la asesina violencia:
CONGO, GAZA, AFGANISTAN, RUANDA, ISRAEL, NIGER, HAITI…

Si alguna vez ha habido un momento para la oración, es éste.

Si alguna vez ha habido un lugar abandonado, Gaza es ese lugar.

Señor que eres el creador de todos los niños, oye nuestra oración en este maldito día. Dios a quien llamamos Bendito, vuelve tu cara hacia estos niños, los niños de Gaza, para que puedan conocer tus bendiciones, y tu protección, para que puedan conocer la luz y el calor, donde ahora sólo hay negrura y humo, y un frío que corta y agarrota la piel.

Todopoderoso que haces excepciones, que llamamos milagros, haz una excepción con los niños de Gaza. Escúdalos de nosotros y de los suyos.
No permitas que los hieran. Sánalos. Deja que estén de pie con seguridad. Líbralos del hambre y del horror de la furia y del dolor.
Líbralos de nosotros, y de los suyos.

Restáurales su niñez robada, la inocencia que tiene sabor a cielo.

Recuérdanos, O Señor, al niño Ismael, que es el padre de todos los niños de Gaza. De cómo el niño Ismael no tenía agua y fue dejado por muerto en el desierto de Beer Sheva, tan falto de toda esperanza que su propia madre no podía soportar mirar como se le escapaba la vida.

Sé ese Señor, el Dios de los parientes de Ismael, que oyó el grito y envió a Su ángel para consolar a su madre Agar.

Sé ese Señor, que estuvo con Ismael ese día, y todos los días siguientes. Sé ese Dios, el Misericordioso, que abrió los ojos de Agar ese día, y le mostró el pozo de agua, que podía dar al niño Ismael para beber y salvar su vida.

Alá, cuyo nombre llamamos Elohim, que da vida, que conoce el valor y la fragilidad de toda vida, envíale a estos niños tus ángeles. Sálvalos, los niños de este lugar, Gaza la más hermosa, Gaza la maldita.

En este día, cuando el temor y la furia y el duelo que es llamado guerra, se apodera de nuestros corazones y los llena de cicatrices, apelamos a ti, el Señor cuyo nombre es Paz.

Bendice a estos niños, y guárdalos de todo daño.

Torna tu rostro hacia ellos, O Señor. Muéstrales , como si fuera la primera vez, luz y bondad y agrácialos.

Míralos, Señor. Permite que vean tu rostro.

Y, como si fuera la primera vez, concédeles la paz..

(Rabino Levi Weiman-Kelman de la Sinagoga Kol HaNeshama, Jerusalén / Oración Publicada en el periódico israelí Haaretz)

Enfrentamiento bélico en la Franja de Gaza.

Crónica de una masacre

Mensaje de Alicia, misionera comboniana española, desde Gaza

Entrevista con el Rabino Jeremy Milgrom

Artículo de Pilar Rahola, desde Barcelona

Dad a Israel una oportunidad, por Rafael Bardají (ABC)

El Gernika de los palestinos, por Sami Naïr (El País)

Derrotar a Hamás no significa ganar por Daniel Barenboim (El Mundo)

Los niños muertos, por Gustavo Martín Garzo (El País)

Multinacionales que quieren prolongar la Guerra en El Congo

Masacre humana en el norte del Congo (Público.es)

Artículo completo de Jon Sobrino.

Denuncia del Foro de Curas de Madrid