Durante los meses de invierno y primavera hemos cultivado con mimo muchas platas y flores, con la esperanzada intención de ayudar a reconstruir la escuela de Geantillon donde los niños sean las auténticas flores de Haití. Ha sido largo y laborioso el cariño que ha puesto el grupo parroquial de Santander en esta labor. Hemos reproducido nuestras flores, hemos buscado e intercambiado otras, hemos tenido que burlar las embestidas de los vientos destrozones y regar y abonar esperando las bendiciones del cielo… Finalmente el 12 y 19 de Junio, bajo el lema de “Haití bien vale una flor”, en la puerta de nuestra parroquia hemos ofrecido a los feligreses y paseantes nuestro rastrillo botánico, con una satisfactoria respuesta. Deseamos que estos 4.500€ sirvan para dar ánimo a quienes de verdad dan, allá en Haití, la vida por este pueblo malherido pero lleno de esperanza.
El grupo parroquial.
Santander a 20 de Junio de 2011.