Los tuareg declaran la guerra
a Areva y
a Níger

Noticia publicada por la Gaceta de los Negocios el 1 de febrero PDF del recorte de prensa

Níger, uno de los países más pobres del mundo, está desde ayer sumido en una doble guerra. Al conflicto con sus vecinos que entraña la presencia en el país de una retaguardia de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) que no sólo usa la porosa frontera con Argelia para eludir los ataques del Ejército, sino que ha instalado en suelo nigerino infraestructura financiera (narcotráfico, contrabando), se une ahora la guerra del uranio.

mapa del conflicto en NígerEl reciente acuerdo entre la firma francesa Areva, líder mundial en industria nuclear civil, y el Gobierno de Niamey ha encolarizado a los rebeldes tuareg, que desde hace unos años combaten al Ejército. El jefe histórico tuareg, Rhissa Ag Bula, anunció que ha comenzado “la batalla del uranio” y que minas, instalaciones y convoyes operados por Areva serán objetivo de ataques. De hecho, milicias del Movimiento Nigerino de Justicia (MNJ), en armas desde 2007, han atacado ya el importante yacimiento de Imouraren.

El jefe militar tuareg, Aghali Alambo, dispone para llevar a cabo la amenaza de parar la extracción de uranio de mil irregulares que se mueven a sus anchas, como Al Qaeda, en un país con mínimo control gubernamental. El MNJ exige que el 50% de los ingresos por uranio se destinen al desarrollo de la zona tuareg del norte, lugar donde, además, y como en Mauritania, Francia y EEUU han aumentado su labor de Inteligencia para contener el avance de Al Qaeda. Los rebeldes argumentan que en su territorio se ubican las minas de uranio y los tuareg jamás han visto beneficios por la explotación minera.

Curiosamente, Areva fue acusada en 2007 por Niamey de promover la revuelta tuareg y perdió un monopolio que duraba 40 años para explotar uranio en Níger. Sin embargo, a comienzos 2008 se enterró el hacha de guerra: la jefa de Areva, Anne Lauvergeon, y el presidente nigerino, Mamadou Tandja, firmaron un nuevo acuerdo, que ahora denuncia la guerrilla tuareg, en el que la firma se compromete a pagar un 50% más en 2008 y 2009 por el precio del metal extraído. Y a explotar un tercer yacimiento, en el que invertirá 1.000 millones de euros, algo que situaría a Níger como segundo productor mundial, con 5.000 toneladas por año. Areva ha esquivado así a sus competidores chinos y canadienses en el desierto del Sahel, hoy tierra de nadie en la que deambulan traficantes de droga y armas, Al Qaeda, guerrilleros y bandidos.