Detenido el padre de los 'bloggers' iraníes
Hossein Derakhshan, quien tiene nacionalidad canadiense, sufre detención incomunicada y sin asistencia letrada en Irán, según Amnistía Internacional
ÁNGELES ESPINOSA | Teherán 21/01/2009
Hossein Derakhshan, el padre de los bloggers iraníes, escribía una de las bitácoras más seguidas de su país hasta finales de octubre cuando, de repente, dejó de actualizarlo y desapareció. Sus amigos se inquietaron por su seguridad. Hacía poco que había regresado a Irán después de casi ocho años en Canadá. Amnistía Internacional (AI) ha denunciado su detención incomunicada y sin asistencia letrada. Es un nuevo asalto de las autoridades de la República Islámica contra la libertad de expresión.
Según AI, Derakhshan, de 33 años, "fue detenido en casa de su familia, en Teherán, el 1 de noviembre, (...) por seis agentes vestidos de civil, que al parecer tenían una orden de registro". Fue la primera noticia fiable de lo sucedido, ya que las autoridades iraníes sólo después han reconocido su detención. El portavoz judicial, Alireza Jamshidi, confirmó la detención del blogger el pasado 30 de diciembre y dijo que se encontraba bajo la custodia del Tribunal Revolucionario Islámico.
"La investigación está aún en la fase inicial", declaró Jamshidi. El portavoz dijo que entre las acusaciones que se han presentado contra él se encuentran sus escritos sobre los 'imames puros' (los doce líderes religiosos que en la tradición chií sucedieron a Mahoma). Sin embargo, no mencionó ningún cargo relacionado con Israel.
Sus amigos habían expresado el temor de que las autoridades quisieran castigarle por un viaje que realizó a ese país en 2006, aprovechando su nacionalidad canadiense. La República Islámica no reconoce a Israel y sus ciudadanos tienen prohibido visitarlo. El blogger habló amplio y tendido sobre esa experiencia en su bitácora. "Esto tal vez signifique que no pueda regresar a Irán en mucho tiempo", escribió entonces, sintiéndose afortunado por disponer de un pasaporte canadiense que le permitía "visitar el país que quiera".
Drakhshan, un joven periodista que en el año 2000 dejó Teherán para instalarse en Toronto, se hizo famoso entre los internautas iraníes al traducir al persa un programa para crear blogs. Su trabajo sirvió de ayuda para que miles de compatriotas ansiosos por disponer de una ventana al exterior se lanzaran a escribir sus propias bitácoras. Llegó a haber cerca de cien mil. Y su blog, Editor: Myself (hoder.com/weblog/) se convirtió en un ejemplo entre quienes buscaban una alternativa a la censura de los medios de comunicación de este país. Durante los meses previos a su regreso a Irán, había temperado sus críticas al régimen islámico.
Para los observadores, la detención de Derakhshan se enmarca en la campaña de represión de las libertades públicas emprendida por el Gobierno de Mahmud Ahmadineyad. Aunque el presidente dispone de su propio blog (ahmadinejad.ir) y hasta los clérigos de Qom usan Internet para difundir su mensaje, los dirigentes parecen temer que la libertad de expresión mine su control del poder. El pasado noviembre, otro blogger, Esmail Jafari, fue condenado a cinco meses de cárcel por "propaganda antigubernamental y difundir información en el extranjero". Y según Reporteros Sin Fronteras, otros dos periodistas online, Mojtaba Lotfi y Shahnaz Gholami, se encuentran también detenidos.
La obsesión por controlar la información a la que pueden acceder sus ciudadanos ha llevado a las autoridades a bloquear al menos cinco millones de páginas. Junto a webs políticas o de música iraní, también han prohibido sitios de socialización como YouTube y Facebook, e incluso una popular página local dedicada a la búsqueda de parejas, Hamsarchat, a la que acusan de promover la prostitución. Pero ni el frecuente "acceso denegado" que aparece en las pantallas, ni el escaso ancho de banda que facilitan al público, desaniman a los 20 millones de internautas con que ya cuenta el país.