El Sínodo alaba la labor mediadora del arzobispo de Niamey (Níger)

No acudió al Sínodo por estar ayudando a las negociaciones de paz en su país

CIUDAD DEL VATICANO, martes 6 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Los participantes en el Sínodo dedicaron ayer, durante la Segunda Congregación General, un especial recuerdo a monseñor Michel Christian Cartatéguy, arzobispo de Niamey (Níger), que no ha podido estar presente en la Asamblea.

El cardenal Francis Arinze, presidente delegado de turno, explicó a los presentes ayer que el prelado no ha podido viajar a Roma para el Sínodo por su compromiso con las negociaciones de paz que se están llevando a cabo en esta nación africana.

Monseñor Cartatéguy, explicó el prelado, está “ocupado en una obra de mediación para la reconciliación en colaboración con el Imán de la Mezquita de Niamey y el sultán de Agadez, a causa de la grave situación política entre el Gobierno y la oposición del país, como ha comunicado en una carta enviada a la Secretaría General del Sínodo de los Obispos”.

El secretario general del Sínodo, monseñor Nicola Eterović, afirmó al respecto que esta noticia supone un “gran consuelo” para la Iglesia.

Destacó el hecho de que “el obispo de una diócesis de 18 mil católicos tenga tan gran prestigio moral como para participar, con el Imán y las demás autoridades religiosas, en la mediación para la paz del país”.