Iglesia en Ambite

Mientras el Papa Francisco celebraba el jueves santo con jóvenes privados de libertad y lavaba los pies a 12 de ellos, entre ellos 2 mujeres, en Ambite (pueblo de 500 habitantes al este de la comunidad de Madrid) el párroco celebraba el jueves santo con todo el boato posible y en el lavatorio de pies rechazó el ofrecimiento de una mujer del pueblo, alegando que no era un hombre. Así son las cosas en el pueblo desde que este párroco llegó hace casi 3 años; de poco han servido los gestos proféticos del Papa Francisco, para este cura estamos en tiempos preconciliares.

Mientras el Papa Francisco ha hecho más sencillos sus vestidos y su forma de actuar, nuestro párroco, de 28 años, utiliza sotana y todo tipo de “adornos” para realzar lo externo. El estilo de este cura lo podríamos definir con algunas de sus innovaciones: ha colocado 6 candelabros de más de 1 metro sobre el altar (suponemos que para marcar distancias entre el celebrante y el pueblo), ha colocado un reclinatorio largo para que la gente comulgue arrodillada…en resumen, un joven, de 28 años actualmente, que si lo fotografiamos en sepia pasaría por cura de la posguerra.

Ha retirado la comunión, que sepamos, al menos a una mujer del pueblo por vivir con un hombre con el que no está casada; suprime frecuentemente el gesto de la paz en la Eucaristía y además ha reconocido que su pretensión para el futuro es celebrar la eucaristía en latín y de espaldas al pueblo, de hecho consagra en latín desde hace más de 1 año y lo mismo con un par de oraciones más de la misa.

Naturalmente de manera personal y el grupo que colaboramos en la Misa hemos hablado con él en varias ocasiones tratando que nos explicara el por qué de estos cambios e intentando que tenga en cuenta la posición mayoritaria del pueblo. Siempre se ha defendido advirtiendo que tiene autorización del obispo de Alcalá (diócesis a la que pertenecemos) y que no hace más que cumplir las normas.

Finalmente ha limitado nuestra participación en la Eucaristía. Desde entonces la eucaristía en nuestro pueblo la realiza él solito, hemos decidido no participar en nada ni siquiera en cantos o lecturas, que si lo permitía, otros hemos dejado de acudir a “su misa”.  Esto ha significado nuevas críticas hacia el cura de la gente que no estaba al corriente y preguntaba por qué no se canta, ni se participa, él ha dicho que no quería que lleváramos las cosas tan lejos, pero sigue sin querer rectificar.

Pero no nos equivoquemos esto no es un problema de un cura trasnochado que debió vivir hace 60 años. Aquí se está manifestando algo mucho más profundo. Nuestras sospechas sobre la verdadera responsabilidad de este asunto nos llevan al Obispado de Alcalá (protagonista de las famosas palabras sobre los homosexuales que tanto revuelo produjeron),  parece que lo de Ambite y Orusco (los dos pueblos que lleva nuestro párroco) se parece bastante: ha eliminado la participación de los laicos, ha introducido el latín en la eucaristía, la Confirmación se realiza en torno a los 7-8 años…. El propio sacerdote nos lo explicó, por dos veces: “se trata de un -vamos a decir- experimento en nuestra zona”, es decir nuestro párroco sólo se limita a cumplir órdenes (como a él le gusta).

La verdad es que el experimento funciona si lo que pretende el obispado es:

-echar a la gente de los templos

-quedarse sólo con las personas sumisas y que no piensan

-que la iglesia se separe cada vez más del “mundo” (ya se sabe: mundo, demonio y carne)

-crear conflictos que no existían y superados por el Concilio de Juan XXIII (¡qué poco les gusta!)

-crear divisiones entre la gente de las comunidades parroquiales y pueblos

Esperemos que el nuevo aire del Papa Francisco llegue lo más pronto posible a nuestra iglesia de Madrid y en concreto de Ambite y podamos hablar en el futuro de estos días como de un mal sueño.

Jesús Gallego

Vicenta Mejía

(Foto tomada en la fiesta de Ambite, procesión, 3 Mayo 2013)
(del twitter del Ayuntamiento de Ambite)