1 de octubre del 2006. Domingo XXVI del Tiempo Ordinario

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PRIMERA LECTURA.

Lectura del libro de los Números 11, 25-29.

En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar en seguida.

Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento.

Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.»

Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: «Señor mío, Moisés, prohíbeselo.»

Moisés le respondió: «¿Estás celoso de mi? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!»

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 18.

Antífona: Los mandatos del Señor alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante.

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.

Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado, ¿quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta.

Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré libre e inocente del gran pecado.

SEGUNDA LECTURA.

Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6.

Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado.

Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego.

¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!

El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos.

Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.

EVANGELIO.

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 9, 38-43. 45. 47-48.

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.»

Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.

Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga.

Y, si tu pie te hace caer, córtatelo; más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno.

Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.»

Comentario a la Palabra:

DIOS ES EXCESO DE BIEN

Volvemos a comentar la Palabra. Nos vamos a dejar inspirar por ella durante este curso 2006-07. Intentaremos que sea desde el cada día que vivimos. Cuenta lo aprendido, pero para ser capaces de captar la actualidad de la presencia del Dios Vivo, su radical presencia en los acontecimientos, en nuestras vidas.

La semana pasada fuimos en coche a visitar a Vicenta y Pedro Luis que han tenido un hijo. Ella estaba internada en el hospital de Manzanares (Ciudad Real). Conducía el coche Luz Blanco. Como antes habíamos estado en Villafranca de los Caballeros en el bautismo del hijo de Montse y Alejandro, recurrimos al mapa para conocer el camino más conveniente, ya que en esa zona han abierto una nueva autovía. Luz tenía en su coche dos mapas. Uno del 2002 y otro actual, pero ninguno indicaba la nueva carretera. Los mapas no siempre indican los mejores caminos.

En el Evangelio de este domingo el discípulo Juan cree ser dueño de todos los caminos, no solo de los mapas. Quien quiera llegar a su destino tendría necesariamente que acudir a él. Miedoso e inseguro Juan. Acaparador, acusica, quiere ganarse a Jesús con cuentos.

Volviendo a nuestro viaje, la sorpresa fue encontrarnos con esa autovía ancha y nueva, abierta a todos y facilitadora de nuestro recorrido.

Moisés y Jesús se alegran cuando a alguien se le ocurre abrir caminos que alejan “los demonios” de lo indeseable: la exclusión, la intolerancia, la estrechez, la presunción espiritual, la violencia, la ortodoxia cerrada.

Dios no nos quiere forzados, ni innecesariamente por caminos tortuosos. A veces la vida nos sorprende y nos regala trozos de autovía por los que es una gozada avanzar, pese al tráfico. Caminos que no están en el mapa. ¿Que todo no es así de fácil? ¡Ya lo sabemos! ¿Qué lo ortodoxo es hablar de la “puerta estrecha”?. Tengo mis dudas. Cierta “cerrazón ortodoxa” ¿no estará siendo una manera de escandalizar a los más sencillos, a los que han iniciado el camino de la fe, a quienes buscan en la Iglesia un lugar de amistad y compartir?.

Me gusta la exclamación de Moisés: ¡Ojalá todos profetizaran!. Me gusta este Jesús de Nazaret que se muestra en desacuerdo con el celo de los doce ante el exorcista no cristiano. Jesús deja en evidencia la altanería de estos discípulos que se creen los únicos conocedores de El Camino. Jesús prefiere la senda de la simpatía.

Este mes de septiembre dos periódicos franceses se han hecho eco de una nota que reivindicaba al Hermano Roger como un “convertido al catolicismo” en secreto. El nuevo prior de la comunidad, Frère Alois, ha tenido que aclarar en una entrevista la originalidad del camino ecuménico hecho por el Hermano Roger.

Hay quien no puede asumir que sea posible participar de la comunión católica sin abjurar. Como si no fuera verdad que si podemos ser hermanos es únicamente por Jesucristo. Como si la santidad solo fuera posible en la iglesia romana.

Hay una intolerancia que rompe la comunión que ha venido a traer Jesús. Hay un deseo de control, de apropiación a modo de monopolio del Espíritu, que rompe la convivencia.

El Espíritu de Jesús es más amplio que nuestra comprensión, por eso nos invita a estar abiertos a toda causa justa la defienda quien la defienda. No podemos en nombre de Jesús ir por la vida viendo enemigos en todas partes.

El poder del nombre de Jesús es paz y salvación para todos. También para los que no están en el grupo de los doce. Por algo al Dios cristiano un teólogo lo ha definido como exceso.

¡Ay de los que escandalicen por su empecinamiento en creer que no hay más caminos que los indicados en sus mapas! ¡Ay de los que escandalizan y ponen en tentación de abandonar la Iglesia a los sencillos, ante su lentitud en renovarse!

Al sur de Jerusalén estaba la estatua de Moloc, en el valle de Hinnón. Era un lugar de idolatría donde se ofrecieron sacrificios humanos. Allí el gusano siempre tenía comida. Allí siempre había fuego destructor.
Hay riquezas y poderes y presunciones que conducen a ese lugar idolátrico donde la amplitud de lo humano es destruida.

Lo que salva no es nuestra ambición por la “ortodoxia”, sino dar amor a los pequeños, reconocer al Dios Vivo que va más allá de nuestros grupos, carismas, iglesias, familias espirituales… de todo eso que a veces nos hace tan mezquinos como miopes.

¡Demasiado Josué! ¡Demasiado gusto por la prohibición! Cuando el Dios Vivo agradece hasta un vaso de agua. Lo otro, lo que niega la acción del Espíritu, lo que impide la profecía, es la riqueza que corrompe e idolátricamente y sigue ofreciendo sacrificios humanos a Moloc.

Quiero pensar que hasta ese infernal lugar bajó Jesús tras su muerte para que sea posible la sorpresa de una autovía que no viene en el mapa, en ningún mapa, en el de ninguna religión, porque Dios es exceso.