6 de diciembre.
Segundo Domingo de Adviento

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PRIMERA LECTURA.

Lectura del libro de Baruc 5, 1-9

Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo. Dios te dará un nombre para siempre: «Paz en la justicia» y «Gloria en la piedad».

Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo, gozosos invocando a Dios. A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real.

Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados y a las colinas encumbradas, ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios. Ha mandado al boscaje y a los árboles aromáticos hacer sombra a Israel. Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia.

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 125.

Antífona: El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.

Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas.

SEGUNDA LECTURA.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1, 4-6.  8-11

Hermanos:

Siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy. Ésta es mi convicción: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús. Testigo me es Dios de lo entrañablemente que os echo de menos, en Cristo Jesús. Y ésta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores. Así llegaréis al día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.

EVANGELIO.

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 3, 1-6

En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:
«Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.»

Comentario a la Palabra:

EL LUJO NUNCA ES INOCENTE

Algunos miembros de Acoger y Compartir vamos a celebrar el segundo y  tercer domingos de Adviento en otros continentes.

Cuando leas este breve comentario Tomás y Juan quizás ya estarán en Tchirozerine (Níger) escuchando a quienes intentan salir adelante con el dispensario, la maternidad y la escuela–internado para los más pequeños. El secuestro de los tres cooperantes catalanes en Mauritania está creando algunos problemas de última hora.

La crisis llega hasta donde llevan años viviéndola. Nuestro compromiso es no abandonar lo hecho, buscar soluciones para continuar lo que entre todos hemos conseguido, aunque otras instituciones estén retirando sus ayudas. Una frase de la primera lectura de este domingo nos sugiere por dónde pasa el deseo de Dios: “Paz en la justicia, Gloria en la piedad”.  

El post-exilio conocía la aflicción, pero desde el corazón de las dificultades supieron sacar no solo energías sino también la inteligencia creadora suficiente para transformar una humilde realidad en el esplendor de Dios.

El pueblo de Israel vivió en un constante ADVIENTO. Aprendiendo a esperar la realización de la esperanza contra viento y marea. Sus profetas supieron soplar sobre las brasas invitando a dejar atrás los lutos, a clavar los ojos en el “hoy creador”.

También en nuestro tiempo se nos dice: “Ponte en pie …. sube a la altura … mira hacia oriente … contempla a tus hijos/hermanos de oriente a occidente … gozosos a la voz del Espíritu” . ¡Dios se acuerda de ti! Y eso significa, entre otras cosas, NO TE DEJES ATRAPAR POR TUS LUTOS.

Sí, el segundo y tercer domingo de Adviento estarán en Haití Jesús Andrés, Alfredo, Alberto González y José Miguel. Vamos en la confianza de poder inaugurar la ampliación de la escuela San Gerardo, en Puerto Príncipe. Abrir la primera planta de la casa para niños sin familia en Leogâne, de modo que puedan empezar a vivir en ella. Y a entregar las cisternas construidas en la región de Los Cayos, en la sierra de Chateau a las familias empobrecidas de la zona. Es el resultado de varios años de trabajo. Es la expresión concreta del compartir de muchos de vosotros.

Realidades, tanto las de Níger como las de Haití, conseguidas con muchas pequeñas aportaciones. Con la generosidad y confianza de muchos/as buenas/os amigos/as de Acoger y Compartir. La semana pasada lo constatábamos en la cena de AyC en Tomelloso –Ciudad Real-. La próxima semana será en Tenerife. Antes lo fueron en las cenas de Granada y Madrid. Pero las cenas no son más que el dedo que señala a la luna.  

Con la segunda lectura de este domingo, decimos: “Esta es nuestra confianza: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena, la llevará adelante”.

Y a todos se nos invita en tiempos de crisis a servir con un “amor operativo”.

Adviento nos lleva a escuchar la palabra y el testimonio que nos llega desde el desierto. Desde la soledad  en la que toma luz la humilde realidad, porque el lenguaje se revela insuficiente. Y puesto que Dios es infinito, nadie puede tener la última palabra. Nos habla la credibilidad de los que habitan el desierto.

La Palabra quiere hacerse carne amada. La invitación es a abrirnos,  acoger, a realizar un giro en nuestra vida. Elevarnos, y cultivar el sentido de lo trascendente desde la humilde realidad.

Desde los desiertos de la crisis se nos pide CONVERSIÓN. Ante una situación así podríamos decir como aquel joven del evangelio: Sólo tengo “cinco panes y dos peces”. Pero al compartirlos estamos ofreciendo a Cristo la posibilidad de realizar el milagro.

Cuando le entregamos incluso nuestro pecado, Él puede transformarlo en misericordia… y el milagro continúa.

A la escucha de quienes viven en los desiertos de Níger y Haití, sin acceso a la educación, a una alimentación saludable, al agua, la sanidad, a unos responsables políticos servidores de sus pueblos, a relaciones humanas promocionadoras de la persona y sus valores … en esa escucha llena de deseos, descubrimos que el lujo nunca es inocente.

A la hora de terminar este comentario , hago mío otro fragmento de la segunda lectura de este domingo: “Esta es mi oración: que nuestra comunidad de amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores”.

Para eso no es necesario marcharse tan lejos, nos basta con acudir a “la comarca del Jordán”, ese lugar de conversión tan próximo a nuestra casa, y en la que tantos nos esperan para alumbrar con ellos algún signo de esperanza.