El personaje de la izquierda es el Padre.

Un manto de un color indefinible cubre la túnica color azul. Dios invisible, fuente de todo ser, el origen sin origen, el inefable.

Ambas manos sostienen el bastón, símbolo de su serena autoridad

Sobre su cabeza hay una casa: la morada de Dios. De ella nos dice Jesús:

"En casa de mi Padre hay muchas moradas, voy a prepararos un sitio" (Jn 14,2)

"Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada" (Jn 14,23)

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