Episodio 51. El Buda y el Cristo - II

Tras darse cuenta de la realidad del sufrimiento, Siddhartha inicia su búsqueda espiritual. En la India de su tiempo el yoga y otras técnicas de ascetismo y meditación tenían ya una antigua tradición. El primer maestro de Buddha fue Alara Kalama, que le enseñó técnicas de meditación que le condujeron a profundos estados de trance. Pronto llegó a dominar todo lo que su maestro podía enseñarle, pero no se quedó satisfecho, pues alcanzar estos estados de suprema paz no era la solución permanente al sufrimiento del mundo, pues al despertar de tales trances los problemas de la ancianidad, enfermedad y muerte seguían ahí.

Así que se buscó otro maestro Uddaka Ramaputta que le enseñó una técnica de meditación aún más sublime en el que la conciencia parece desaparecer. Budda llegó enseguida a avanzar tanto en esta técnica que su maestro se ofreció a convertirse en su discípulo, pero Buda no se conformaba con estos estados mentales sublimes.

Buda siguió buscando esta vez en técnicas ascéticas extremas: apneas larguísimas, larguísimos ayunos y otras maneras de someter los apetitos y las pasiones que empezaba a sospechar era  origen del sufrimiento. Entendió que estas formas extremas de ascetismo no conducían a una disminución del sufrimiento. Entendió también que lo más sabio era el justo medio, una idea fundamental de su doctrina.

Abandonando esta vía regresó a la meditación y en una noche, sentado a los pies de un árbol Bodhi (ficus religiosus) alcanzó la plena iluminación, es decir un estado de estar perfectamente despierto, dándose cuenta de la realidad. Había alcanzado el Nirvana.

Después de ellos se pasó siete semanas ponderando qué iba a hacer después. Por un lado quería transmitir lo aprendido pero le detenía lo difícil que sería comunicar lo que había experimentado, pero aconsejado por un dios y movido de la compasión por los humanos decidió anunciar su doctrina al mundo.

Pronunció su primer discurso (Sutra) titulado “La puesta en marcha de la rueda del Dharma”. Tras escuchar este sermón, cinco hombres de la audiencia alcanzaron un primer estado de Iluminación y se hicieron Bhikku (monjes) discípulos de Buda. Tras el segundo discurso alcanzaron la plena Iluminación y se convirtieron en Arhat (persona que ha alcanzado la plena iluminación por la enseñanza del budismo y que no volverá a reencarnarse). Otros muchos (se habla de 60) alcanzaron este estado al escuchar a Buda. Buda también instituyó una orden de monjas.

Buda pasó el resto de su vida viajando por el Norte de la India y enseñando. Se le atribuyen numerosos milagros.

Cuando cumplió 80 años de edad y su salud empezaba a fallar. No dejó ningún sucesor, su legado es el Dharma. Cada uno debe crearse su propia opinión sobre la doctrina basada en la experiencia. Murió de causas naturales en la ciudad de Kusinara. Poco antes de morir reunió a sus monjes y les pidió que le hicieran preguntas, pero callaron pues todo estaba claro. Serenamente, pasó sucesivamente por distintos niveles de trance meditativo hasta entrar definitivamente en el Nirvana.

Semejanzas y Diferencias con Jesús

Los dos parten de religiones ya establecidas de gran envergadura: judaísmo para Jesús e hinduismo para Buddha. Y están fuertemente influenciados por estas religiones aunque también proponen reformas radicales.

Los dos coinciden en que la vida auténtica comienza cuando nos confrontamos con el sufrimiento, pero difieren en cómo entienden la naturaleza del sufrimiento: Buda es un sufrimiento más natural y Jesús un sufrimiento causado por el hombre. Buda no entra en conflicto con su sociedad, Jesús sí.

La forma de superar el sufrimiento es lo que diferencia a ambos, pero de eso hablaremos en el próximo episodio.

Se puede decir que Buda fue un sabio ideal. La figura de Jesús es más trágica, un hombre de clase baja, que empieza a predicar el Reino de Dios hasta el punto de identificarse como aquel mediante el cual ese Reino irrumpe en la tierra. Entra en conflicto con los poderes religiosos y políticos y muere crucificado.