St Vincent Sick Shelter,
Mymensingh-Bangladesh

La salud es un asunto social, económico y político, y sobre todo, un derecho humano fundamental. La desigualdad, la pobreza, la explotación, la violencia y la injusticia son causa de problemas de salud y de muerte entre las personas pobres y marginadas. Salud para todos implica poner en jaque los intereses de los más poderosos, oponerse a la globalización y modificar drásticamente las prioridades políticas y económicas.

Perspectiva.

Igualdad, desarrollo ecológicamente sustentable y paz constituyen la esencia de nuestra perspectiva de un mundo mejor, un mundo en el que la vida saludable de todos es una realidad; un mundo que respeta, aprecia y celebra la vida y la diversidad; que permite que florezcan los talentos de las personas y la capacidad de enriquecerse unas a otras; donde la voz de los pueblos guía las decisiones que perfilan la vida. Existen recursos más que suficientes para lograr que esta perspectiva se vuelva real.

La crisis de la salud.  La enfermedad y la muerte nos indignan todos los días. No porque haya personas que se enferman o mueren. Nos enojamos porque muchas enfermedades y muertes se originan en políticas económicas y sociales que se nos imponen.

En las últimas décadas, los cambios económicos mundiales han afectado gravemente la salud de las personas y su acceso a los servicios de atención médica, así como a otros servicios sociales.


A pesar de la existencia de una riqueza sin precedentes en el mundo, la pobreza y el hambre siguen aumentando. La brecha entre los países pobres y los ricos se ha vuelto más profunda, al igual que las desigualdades entre los países, las clases sociales, los hombres y las mujeres, y los jóvenes y los ancianos.

Gran parte de la población mundial no tiene acceso a los alimentos, la educación, el agua potable, los servicios de saneamiento, un refugio, la tierra y sus recursos, las fuentes de trabajo y la atención médica. Aún prevalece la discriminación, que genera enfermedades e impide el acceso a la atención médica.

Se depredan los recursos naturales del planeta a una velocidad alarmante. La degradación resultante del ambiente pone en peligro la salud de todos, en particular la de los pobres.

Lograr el mayor nivel posible de salud y bienestar es un derecho humano fundamental, más allá del color de la persona, su grupo étnico, su religión, género, edad, capacidades, orientación sexual y clase social.

Los gobiernos tienen la responsabilidad fundamental de garantizar el acceso universal a la salud, la educación y otros servicios, de buena calidad y acordes a las necesidades de las personas, no a su capacidad de pago.

El Centro de Salud San Vicente,

ubicado en la ciudad de Mymensingh y dependiente de dicha Diócesis tiene como objetivo la acogida y seguimiento de enfermos procedentes de aldeas y pueblos lejanos. Este Centro recibe apoyo de donaciones privadas para su mantenimiento. La Asociación Acoger y Compartir se ha hecho eco de las dificultades de obtención de fondos colaborando con la aportación de 6.000 euros para la consecución de sus fines de cara al año 2008.

En un país donde los hospitales del gobierno están saturados debido al numero de pacientes, iniciativas de acogida de este tipo permiten que los allegados reciban hospitalidad, atención y seguimiento medico. Un pequeño equipo de 7 personas realiza un trabajo de acomodación de enfermos y distribución bien en hospitales gobernativos o en su caso en clínicas privadas facilitando intervenciones quirúrgicas adecuadas salvaguardando la vida del paciente. El Centro es un signo de esperanza para los más pobres sin recursos. Quiero dar las GRACIAS a la Asociación Acoger y Compartir por su apoyo y sensibilidad ante esta iniciativa.